Una escalera al cielo
26 mayo, 2022

Hace unos meses atrás, decidimos pintar las paredes de la iglesia, ya que hacía tiempo que no lo hacíamos. Íbamos muy bien, hasta que comenzamos a pintar la parte de arriba, ya que las paredes tienen más de 6 metros de alto.

Teníamos una escalera de unos 2 metros de alto, pero por más esfuerzo que hiciéramos era imposible alcanzar la parte alta de la pared. Por eso tuvimos que conseguir una escalera más larga, que nos permitiera llegar hasta arriba.

Mientras pintaba, pensaba que así como no podíamos llegar al techo con la escalera que teníamos, tampoco podemos alcanzar la justicia de Dios con nuestra propia justicia, ya que está fuera de nuestro alcance.

Al principio, Dios nos proveyó la ley para que, a través de la obediencia (escalera corta), pudiéramos alcanzar su justicia, pero aun así no lo logramos. Luego, Dios nos proveyó a Cristo (escalera larga), para alcanzarla por la fe en él. ¡Y recién entonces pudimos llegar a ser justos!

La Biblia dice: “ya que fuimos hechos justos a los ojos de Dios por medio de la fe, tenemos paz con Dios gracias a lo que Jesucristo nuestro Señor hizo por nosotros.” (Ro 5:1)Lo importante en la vida cristiana no son nuestras obras, sino estar en una relación correcta con Dios, a través de la fe en Jesucristo. Entonces, al estar en una relación correcta con Dios, eso nos ayuda a producir buenas acciones.

Somos salvos sólo por la fe en Jesucristo, y no a través de las buenas obras que pudiéramos hacer, ni por herencia de nuestros padres, ni siquiera por la obediencia a la Ley de Dios.

El apóstol Pablo nos enseña: “Cuando la gente trabaja, el salario que recibe no es un regalo sino algo que se ha ganado, pero la gente no es considerada justa por sus acciones sino por su fe en Dios.” (Romanos 4:4-5)

Pensar que nos ganamos el favor de Dios con nuestro servicio es propio de alguien que no ha experimentado a Dios como Padre, ni tiene una relación correcta con él.

No servimos a Dios para que nos bendiga, ¡lo hacemos porque ya nos ha bendecido! No servimos a Dios para que nos acepte, ¡lo hacemos porque ya nos ha aceptado!

Amamos, seguimos y servimos a Dios por gratitud, por todo lo que él hizo por nosotros, por perdonar nuestros pecados, por darnos vida eterna, por restaurar nuestra vida. Todo eso lo hemos recibido de pura gracia, cuando decidimos poner nuestra fe en Jesús.

Hoy tenemos una oportunidad de volver a una correcta relación con Dios a través de la fe en Jesús. Si te has alejado de Dios, hoy quiero animarte a que te subas a la escalera provista por Dios para acercarte a él, poniendo toda tu fe en Jesucristo como tu único y tu suficiente Salvador.

Billy Saint

Tomado del libro «Reflexiones bíblicas de la vida diaria»
https://bibliaparalavida.com/prod/reflexiones-biblicas-de-la-vida-diaria/

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