
Estudia el Pentateuco, los Libros Históricos y los Libros Proféticos del Antiguo Testamento, así como las Historias de toda la Biblia con aplicación a la vida cristiana través de preguntas inductivas.

La división del reino de Israel en dos reinos, Israel (reino del norte) y Judá (reino del sur), ocurrió alrededor del año 930 a.C., tras la muerte del rey Salomón.
Según lo relata 1 Reyes capítulo 12, la división se debió a la insatisfacción de diez tribus del norte por los altos impuestos y la negativa de Roboam, hijo de Salomón, a aligerar las cargas, lo que provocó una rebelión.
El punto de inflexión de esta división está en 1 Reyes 12:16: «Cuando todo el pueblo vio que el rey no les había oído, le respondió estas palabras, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David? No tenemos heredad en el hijo de Isaí. ¡Israel, a tus tiendas! ¡Provee ahora en tu casa, David! Entonces Israel se fue a sus tiendas.»
Así, el Reino de Israel (Norte) quedó compuesto por diez de las doce tribus del norte, teniendo como capital Siquem (más tarde Samaria) y su líder y primer rey fue Jeroboam, quien no era de la descendencia de David.
El Reino de Judá (Sur), su parte fue formado principalmente por las tribus de Judá y Benjamín, y algunos más de las otras tribus que decidieron ser fieles a Jehová. Su capital fue Jerusalén y su líder siguió siendo Roboam, hijo de Salomón y descendiente de David.

